Curaduría de Juan Canela y Emiliano Valdés
Lo que sueña toda vida es un proyecto expositivo compuesto por distintas intervenciones y acciones artísticas realizadas específicamente para la Ciudad de las Artes y sus alrededores en el marco de Pinta Panamá. Invitados a reflexionar sobre este contexto, un grupo de artistas y creadores panameños proponen diálogos con las características espaciales, urbanas y ambientales de la Ciudad de las Artes y Panamá en general, así como con el medio artístico; son reflexiones sobre el habitar, vivir y el existir en el Panamá de hoy. Los proyectos, aunque autónomos, surgen de reflexiones compartidas en torno a las oportunidades y los retos que ofrece el medio.
Con una única presentación en vivo, La vida que nos dieron (2025) es una pieza de danza del programa Enlaces de la Fundación Espacio Creativo, adaptada específicamente para esta ocasión, en la que los cuerpos de un grupo de jóvenes del barrio de Santa Ana dibujan una coreografía que expresa su deseo de vivir, soñar, celebrar y merecer un destino, a pesar de las dificultades cotidianas. La pieza se lleva a cabo en vivo el día de la inauguración y funciona como punto de partida para una instalación sonora que reproduce los sonidos de los cuerpos de los bailarines al bailar a cargo de Felipe Gómez y Jonathan Harker en colaboración con Carlos Urriola e Iñaki Iriberri.
Los sonidos fueron registrados durante los ensayos, y generan en el espacio una presencia fantasmagórica de aquellos cuerpos que lo habitaron recientemente. El audio, titulado El espacio que nos dieron (2025), es parte de la propuesta realizada entre Gómez y Harker y los músicos Carlos Urriola e Iñaki Iriberri. La obra se complementa con Los que mudan piel (2025), una serie de lienzos intervenidos que cuelgan del techo, en las que un rostro se deforma, aparece y desaparece con el aire; y con La tinta no secó (2025), una escultura que simula una gota de tinta y queda suspendida sobre una serie de máquinas de imprenta que hacen parte del espacio de Ciudad de las Artes.
Por su parte, Libertad Rojo propone Protocolos poéticos para caminar (2025), una deriva autoguiada para realizar visitas al Parque Natural Metropolitano, entorno inmediato de Ciudad de las Artes. Una pequeña publicación que el público puede llevarse contiene ejercicios para actuar sobre el entorno y convertir el espacio en objeto de juego y exploración mientras que, en el parque, un fanzine gigante reúne los dibujos y palabras de visitantes que comparten recorridos personales, creando un collage colectivo o diario de campo expandido.
Por último, Ciudadanos del arte, que también se lleva a cabo el día de la inauguración, es un performance del artista y educador Humberto Vélez, que cuenta con la participación de estudiantes y profesores del Instituto Nacional de Música Narciso Garay, las escuelas nacionales de Danza y Artes Plásticas, y la Dirección Nacional de Educación Artística del Ministerio de Cultura, todas ellas ubicadas en Ciudad de las Artes y se reflexiona las relaciones entre el arte, la educación y la ciudadanía panameña mediante una sinfonía en acción.
Generando distintas modalidades de leer y reaccionar al entorno de la Ciudad de las Artes, la Ciudad de Panamá y el país, lo que sueña toda vida es un ejercicio de lectura, interpretación y reacción a las particularidades de esta ciudad y su ecosistema natural, social y artístico. Los proyectos proponen modos de acercamiento a la realidad del país desde lugares poéticos que no dejan de señalar aspectos críticos o preocupaciones vigentes. Al mismo tiempo, proponen la intervención artística, el movimiento, la observación y el diálogo con el entorno como estrategias para vivir y soñar en el lugar en el que nos encontramos.